Los siete dioses de la buena fortuna en el folklore japonés
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La mitología japonesa es una de las más ricas y extensas del
mundo. En ella conviven dioses, héroes y todo tipo de seres salidos del de la
imaginación de los habitantes del país asiático, los llamados yôkai (妖怪). A lo largo de estas lineas conocerás un poco
más sobre los siete dioses de la buena suerte en Japón, los llamados shichi fukujin (七福神).
Diosa del mar y las bellas artes: Benzaiten
Empezamos por Benzaiten (弁財天) o Benten, la única mujer dentro del panteón de dioses
Budistas en Japón. Deidad de la buena suerte, del mar y patrona de las bellas
artes. Comúnmente representada en pinturas, xilografías y esculturas Benzaiten
suele mostrarse a lomos de un dragón y sujetando un biwa
(琵琶), instrumento japonés similar a un laúd. Fémina
de bellas facciones suele estar acompañada de blancas serpientes con quien
dicen puede transformarse.
Benten se identifica con la diosa hindú de ocho brazos
Sarasvati. Seis de ellos se elevan por encima de su cabeza sujetando objetos
como una rueda, un arco con un caracaj, una llave, una flecha, una joya y una
espada. Los otros dos brazos se mantienen cruzados en una postura de oración.
Benten es, también, diosa de la belleza y el conocimiento y su templo de
veneración más conocido se encuentra en la isla de Enoshima, muy cerca de
Tokio.
Patrón de los luchadores: Bishamonten
Bishamonten (毘沙門天) es identificado como un símbolo de autoridad y dignidad. Dios protector de la fe y la bondad suele vestirse con armadura y casco llevando en una mano una pagoda, la llamada “torre del tesoro”. Se trata de un objeto que simboliza la prosperidad. Espada en mano es el perfecto guardián de la fe en el mundo y protector de los luchadores a quienes trae suerte en el campo de batalla. Es considerado, además, dios de la buena suerte, la riqueza y la felicidad.
El único puramente japonés: Ebisu
De los siete dioses de la buena fortuna Ebisu (恵比寿) es el único autóctono, procedente del panteón
de deidades japonés. Suele representarse con un gorro de pescador y siempre con
una caña de pescar en la mano derecha. En la mano izquierda sujeta un pez ya
sea una carpa, besugo, bacalao o lubina. Es considerado el patrón de los
pescadores, comerciantes y agricultores.
Jurôjin (寿老人) es asociado a la religión taoísta. Procedente del continente, de la China, es otro dios de la prosperidad y la longevidad. Se trata del más anciano de los siete dioses de la buena suerte en Japón tal y como muestra su blanca y larga barba. Al igual que Fukurokuju se presenta ataviado con ropajes tradicionales chinos y en su mano lleva, también, un pergamino. Según cuenta la leyenda este contiene toda la sabiduría del mundo. Suele ir acompañado de uno de los animales que representan la longevidad: ciervo, grulla o tortuga. Es el patrón de los profesores, matemáticos y científicos.
Hotei o el Buda de la sonrisa
Hotei (補訂) es
conocido como el Buda de la sonrisa. Es el dios de los buenos augurios en los
negocios y de la felicidad. Si has visitado Japón seguramente te hayas
encontrado una de sus efigies en multitud de establecimientos y es que los
japoneses creen que Hotei les traerá suerte en sus negocios. A Hotei se le
asocia, también, con la abundancia y la buena salud y es considerado protector
de los niños japoneses. Suele llevar en
una de sus manos una gran bolsa con objetos para el día a día de los pobres.
Dicen que acariciar la barriga de una de las estatuas de Hotei trae buena
suerte.
Daikokuten (大黒天) es el dios de la prosperidad y el comercio, además del padre de Ebisu. Es representado con una sonrisa en la boca y con unas piernas más cortas de lo normal. Suele vestirse con ropas de cazador llevando en una mano un saco lleno de objetos de valor. En la otra mano carga con el llamado mazo de la suerte. Es el patrón de los hombres de negocios, granjeros y cocineros.
El dios chino Fukurokuju
A Fukurokuju (福禄寿) se le reconoce enseguida debido a su gran
cabeza. Dios chino de la sabiduría y la longevidad suele ir acompañado de una
tortuga, ciervo o liebre símbolos de una larga vida. Aparece vestido con trajes
tradicionales chinos sujetando un bastón en una mano del que cuelga un
pergamino. En él están grabadas las enseñanzas del mundo. Es un ferviente
apasionado del ajedrez siendo patrón de los jugadores a este táctico
pasatiempo.
Como veis los japoneses cuentan con un gran número
de deidades a quienes rezar para obtener buena suerte. Y vosotros, ¿conocéis
algún otro dios del que os gustaría que hablásemos?
Este artículo ha sido redactado por nuestro colaborador Pau de Periodista en Japón. ¡No dudéis en visitar su blog!
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