Ya se van acercando las Navidades, vamos
contando cada día a la espera de que lleguen las vacaciones y poder probar
bocado de esas deliciosas comidas caseras de nuestra familia que se hacen solo
en estas fechas. Seamos de donde seamos, siempre tenemos en mente un plato
estrella que se come religiosamente en un día señalado. En el caso de Japón,
pese a no tener un pasado histórico basado en el cristianismo, sí que está muy
extendido el hecho de comer un plato en particular: pollo frito.
KFC (Kentucky Fried Chicken), la cadena de
comida rápida más importante del mundo después de McDonald’s, tiene el tercer
mercado más grande en Japón, después de EEUU y China. Se calcula que hay unos
1200 locales de KFC en el país actualmente.
La compañía KFC Japan se fundó a partir de la
asociación y fundación de la empresa conjunta de KFC y Mitsubishi Corporation.
Mitsubishi pudo conseguir los derechos para abrir una franquicia y una tienda
de prueba se abrió en la Exposición General de primera categoría de Osaka
(1970). Como tuvo éxito, la empresa americana ordenó que se abrieran otras
tiendas en zonas suburbanas en Nagoya, pero debido a la escasez de coches en
Japón por ese entonces, no tuvo éxito y tuvieron bastantes pérdidas
económicas.
Tras esta pequeña derrota, Mitsubishi pensó en
probar a abrir otra franquicia en Kobe (1972), ya que esta ciudad tenía un
pasado con influencia occidental. La tienda tuvo tanto éxito que se abrieron
100 más en el lapso de un año. En diciembre de 1974 la compañía hizo una
campaña publicitaria de Navidad: Kentucky para Navidad (クリスマスにはケンタッキー). Desde entonces, comer KFC para Navidad se ha vuelto casi una
costumbre en Japón. En el 2016 la BBC estimó que cada Navidad unos 3,6 millones
de familias japonesas comen KFC.
La demanda puede llegar a ser 10 veces mayor
comparada con la habitual. Hay muchas familias que encargan la comida de
Navidad semanas antes para así solo tener que ir a recogerla. De lo contrario
les esperan largas colas el día 25. Se vende tanto en esa época, que las vendas
de los “packs” KFC navideños forman parte de un tercio de la facturación
anual. Estos “packs” pueden valer desde 2400 hasta 5890 yenes (unos 20-55
euros).
Los motivos del éxito de la campaña de Navidad
pueden ser varios. Japón nunca ha tenido ninguna tradición en Navidad ya que no
tiene influencia del cristianismo. Por ese motivo, algunos piensan que llenó un
vacío o un hueco. Otra razón altamente probable podría ser el resultado de una
buena estrategia de marketing. En Japón la comida para llevar y comer fuera de
casa es bastante corriente. Además, allí se tiene en alta estima a la gente
mayor, y puede que la “mascota” de KFC, el coronel Sanders, vestido en Navidad
con ropa de Santa Claus, inspire una imagen semejante. En los anuncios
“Kentucky para Navidad” se presentaba como una actividad para hacer en familia
y con amigos, por lo que se ha acabado convirtiendo en una excusa para reunirse.