El número de visitantes extranjeros en Japón va al alza, más de 26 millones de turistas pasaron por el país en 2017, superando el año anterior. El gobierno pretende disparar el número hasta 40 millones para las Olimpiadas del 2020. Pero este artículo no va de cifras de turistas, sino de inodoros.

Parece que los baños a cuclillas, o baños turcos, son actualmente impopulares: Una encuesta realizada por uno de los mayores fabricantes de inodoros, TOTO, dio como resultado que 8 de cada 10 turistas extranjeros prefieren retretes para sentarse.

Por este motivo, entre otros, Japón pretende deshacerse de los conocidos como baños turcos, típicos de Asia, sustituyéndolos por las tazas de estilo occidental. Esta campaña se realiza de cara a los Juegos Olímpicos de Tokyo de 2020, y el gobierno ofrece ocuparse de un tercio de los costes de esta operación. Y no se ponen por poco: los nuevos baños serán con la función de bidé incluida, como se espera de un retrete japonés.

Actualmente, alrededor del 40% de los baños en 4,000 localizaciones en puntos turísticos tienen el formato de baño turco, según la Agencia de Turismo de Japón, por lo que queda bastante trabajo por delante.

Los argumentos apoyando el cambio de formato de baños son numerosos, además de las encuestas de preferencia: Algunos turistas simplemente no saben cómo usar los baños antiguos de estilo japonés, otros se quejan de que son anti-higiénicos. El cambio también sería de utilidad para las personas mayores, japonesas o no, que pueden tener dificultades para acuclillarse.