Japón tiene una cultura gastronómica enorme, y sería un delito no probar alguna de estas opciones para una experiencia más cercana a los japoneses. Hay más posibilidades, pero aquí os ofrecemos seis formas bien curiosas de disfrutar de un buen plato.

Un izakaya es un bar típico del país donde los locales van a comer, beber y pasar el rato con los amigos. Tienen precios muy competentes, muchas opciones para compartir y un menú extenso que hará las delicias de cualquiera. Como extra, ¡no se deja propina!

Aunque pueda parecer lo contrario, los restaurantes de la planta baja en un centro comercial no son caros, sobretodo antes de la hora del cierre, cuando quieren deshacerse de los productos que no han vendido ese día. Se pueden conseguir buenos descuentos en los menús de comida fresca recién hecha.

Estas cosas tan curiosas son menús empaquetados en cajas similares a un bento que se venden en las estaciones de tren. Cada estación suele vender sus variedades propias, así que… ¿por qué no ir probándolas a medida que se viaja?

Es una buena forma de aprender de primera mano esta forma de cocina. Los chefs mismos te pueden enseñar a cocinar sushi o soba. Y al finalizar la clase puedes comerte lo que has preparado. ¡Ñam!

Son de los mejores sitios para comer sushi a un buen precio, y con variedad. Sólo hay que decir que el plato básico cuesta 100 yens (unos 0,80€). Además, la comida es fresca porque el chef te la prepara ante ti. Una oportunidad que no hay que dejar pasar.

Se encuentran en las estaciones de tren y normalmente venden soba y udon. Puedes comer tanto fideos fríos en verano como un buen bol caliente en invierno. No son caros, son rápidos y sueles estar rodeado de japoneses.

¿Ya habéis decidido dónde comeréis cuando vayáis a Japón? Esperamos que estas sugerencias os ayuden a tener una estancia más entretenida.