En Japón es usual hacer celebraciones especiales para fin de año, y hoy venimos a hablaros de este tipo de comida tan típica de los primeros días de enero.

El osechi ryôri se usa para dar la bienvenida al dios del año que entra. El acompañamiento típico es la sopa de mochi, también llamada zôni. Esta comida especial se come durante los tres primeros días del año y se sirve en unas preciosas cajas lacadas de distintos colores de varios pisos de altura, las jûbako. Muchas se podrían confundir con obento, ¡pero no hay que caer en ese error! Cada piso tiene unas comidas concretas que se relacionan con diferentes símbolos de la tradición; por ejemplo, las gambas son el símbolo de la longevidad porque tienen largos bigotes y una espalda encorvada (usualmente propia de las personas mayores). Algunos de los platos más famosos del osechi ryôri son el datemaki, kuri kinton, namasu, tazukuri... Hay que tener en cuenta que la comida suele ser bastante repetitiva y prácticamente toda con el mismo sabor, lo importante es el simbolismo de la comida en sí, no el sabor. Además, esta comida tiene que durar días, así que...



Desde hace unos años lo más usual es encargar directamente este tipo de comida, aunque antiguamente eran las amas de casa las que lo preparaban. Como había que preparar tantísima comida al final se optó por la opción fácil y pedirla hecha en supermercados o restaurantes especializados.



¿Qué os parece esta tradición? Aquí en Europa no es tan escandaloso como podría parecer, ¡porque después de las fiestas acabamos siempre comiendo sobras durante días! Y hay platos que no pueden faltar nunca en ciertos días.