Comida japonesa extraña de cada día (parte 2)

Hoy os traigo la segunda parte de esa fabulosa entrada de la semana pasada: comidas extrañas. ¿Preparados para más peculiaridades? ¡Vamos a verlo!

• Nankotsu

Esta comida quizás no es tan peculiar como algunas otras, pero es extraña si más no. Inicialmente podemos pensar que son como nuggets de pollo, como tiras. Pero no os dejéis engañar: es el cartílago óseo del pollo. Sí, como leéis, se comen el cartílago que está en los huesos de los pollos rebozado o simplemente frito. Su textura es entre crujiente y dura, y cuesta un poco de comer.
Para haceros una idea, es aquello gomoso y algo difícil de comer que está en los extremos de las alitas de pollo que comemos aquí.

• Habushu

Esto lo podemos encontrar en otras regiones del mundo con otras variantes: es sake de Awamori (una bebida alcohólica típica de Okinawa) con una serpiente en la botella. El alcohol sabe igual, quizás tenga algún toque distintivo, pero es más asco visual que otra cosa.

• Inago

Esta comida también es usual encontrarla en otros países de la zona asiática, como China o Tailandia. Son saltamontes fritos en salsa de soja dulce. Para aquellos aprensivos quizás no les haga mucha gracia comer bichos fritos, literalmente hablando.

• Sashimi de calamar fresco

Japón es famoso por su gran cantidad de diferentes carnes o pescados para sashimi, pero quizás una que salga más de lo común sea la carne de calamar. Sólo puede comerse en Kyushu y Hokkaido. Lo curioso de esto es que cuando quieres comerlo, te llevan a una especie de pecera donde tienen los calamares vivos, y eliges el que más te gusta para comértelo luego. Normalmente luego se fríen los tentáculos en tempura. Un aviso: los movimientos que pueda hacer una vez servido son movimientos reflejos musculares, el animal lleva ya mucho rato muerto. Aunque sigue dando lástima, al menos a mí.

¿Qué os ha parecido esta segunda parte? ¿Aún os atreveríais a probar algunos de estos platos? Cuál fue peor: ¿la primera entrega o esta segunda? Aquí en Japonia tenemos nuestras reservas a la hroa de probar algunos... ¡Uf!